www.ospe-plenitude.com

Había una vez un leñador que se presentó a trabajar en una maderera. El sueldo era bueno y las condiciones de trabajo mejores aún; así que el leñador se decidió a hacer buen papel.
El primer día se presentó al capataz, quien le dio un hacha y le designó una zona.El hombre entusiasmado salió al bosque a talar. En un solo día cortó dieciocho árboles.
— Te felicito – dijo el capataz — sigue así.
Animado por las palabras del capataz, un leñador se decidió a mejorar su propio record; así que esa noche se acostó bien temprano. Por la mañana se levantó antes que nadie y se fue al bosque. A pesar de todo el empeño, no consiguió cortar más que quince árboles.
— Me debo haber cansado – pensó y decidió acostarse con la puesta del sol.
Al amanecer, se levantó decidido a batir su marca de dieciocho árboles. Sin embargo, ese día no llegó ni a la mitad. Al día siguiente fueron siete, luego cinco y el último día estuvo toda la tarde tratando de cortar su segundo árbol.
Inquieto por lo que pensaría de él su capataz, el leñador se acercó a contarle lo que le estaba pasando y a jurarle y perjurarle que se esforzaba al límite de desfallecer. El capataz entonces le preguntó:
— ¿Cuánto hace que no afilas tu hacha?
— ¿Afilar? No he tenido tiempo de afilarla, he estado muy ocupado cortando árboles…
(Jorge Bucay)

Renovarse o morir dice el viejo y sabio aforismo.
Y es que, ¿cuántas veces has estado ocupado cortando árboles olvidándote de afilar el hacha?
¿Cuantas veces nos enfrascamos en llegar al número de ventas, de producción, o de ahorros olvidándonos de cómo conocer nuevas y mejores maneras de hacerlo?
¿Qué tanto has afilado el hacha para cortar más y mejores árboles?
¿Qué estás haciendo para impulsar la transformación del trabajo intelectual y el potencial humano en tu organización?


Hace unos días tuvimos una plática con micro y pequeños empresarios y hablamos del cambio y la transformación, ellos están conscientes de que si sus organizaciones no se transforman están condenadas a morir y que si ellos mismos no evolucionan, difícilmente llevarán a niveles óptimos a sus organizaciones.
El coaching genera cambios e innovaciones desde el inicio y hace posible que un jefe se convierta en líder coach, que tenga visiones distintas, que anteponga el proceso al producto, que sea realmente generador de cambios que lleven a la organización a una transformación verdadera. El líder coach más que motivar genera un ambiente de automotivación en su equipo de trabajo. El líder coach anticipa cuando es momento de afilar el hacha.

¿Cómo sueles hoy orientar tus acciones de transformación?

Transformarse no es sólo adaptarse a los cambios sino realizar verdaderos cambios evolutivos que nos lleven a una mejor manera de ser y de estar en la organización.
Las organizaciones que han implementado procesos de coaching han visto y experimentado siempre una superación de expectativas en cuanto a sus metas.
¿Estás listo para llegar al siguiente nivel en tu empresa y en tu vida?

Que tengas un mes lleno de situaciones positivas y trascendentes en tu vida!

Visita nuestro sitio en http://www.ospe-plenitude.com.